Reflexiones sobre seguros médicos y sanidad privada

Hace tiempo me comentaba un amigo una práctica muy curiosa que llevaban a cabo los propietarios de fincas con caminos rurales. Debido al derecho de servidumbre estaban obligados a dejar acceso libre a toda persona que quisiera atravesar la finca usando el camino. En vez de cerrar el camino hacían otro mejor con un trazado distinto. Los usuarios acababan usando la nueva senda ya que esta estaba en mejores condiciones. Con el paso del tiempo el antiguo camino acababa en desuso y se perdía. Cuando ya todo el mundo usaba la nueva alternativa y vanagloriaba las bondades de esta, el propietario del terreno procedía a cerrarlo. En este caso ya no había una servidumbre de paso, por lo que los usuarios no podían protestar porque alguien hubiera cerrado un acceso a una finca privada.

Hoy en día nos bombardean con anuncios de seguros de vida. En algunos se publicitan como alternativa a las esperas de la seguridad social. Para una persona joven seguramente el presupuesto no será excesivo y la sensación de seguridad le hará pensar que es buena alternativa a la sanidad pública. El problema vendrá cuando vaya siendo mayor y los costes sean mayores o cuando se de cuenta de que la póliza contratada no cubre tratamientos o enfermedades caras.

Hay bastante similitudes con el caso del camino. Van a conseguir que nos acostumbremos a pagar por la sanidad y acabemos descuidando la sanidad pública. Poco a poco irá disminuyendo el presupuesto un gran parte de la población no percibirá la perdida al sentirse protegido por su seguro privado. Habrá incluso liberales que se alegrarán de esta reducción.

El problema es que la sanidad no puede ser un negocio. Acabaremos pagando cuotas muy altas cuando seamos mayores y tendremos enfermedades que no están cubiertas o tratamientos que superan las pólizas contratadas.

Vivimos en un país donde durante años hemos disfrutado de una sanidad excepcional. Con la excusa de la optimización promovida por el pensamiento liberal la estamos descapitalizando, fomentando a su vez la contratación de seguros privados. Cuando seamos conscientes de lo que hemos perdido ya no habrá vuelta atrás.

Suspenso en Educación Sexual

La Educación Sexual es una asignatura pendiente, si la recibiéramos todas/os viviríamos la sexualidad de una forma más abierta, natural y sobretodo más placentera.

Esto es lo que he escrito para publicar en facebook un artículo sobre la educación sexual en Holanda, que me ha resultado interesante.

Y es que todavía recuerdo el ansiado tema 5 de Ciencias Naturales de 5º de EGB; La Reproducción Humana. Recuerdo las risitas en clase, la vergüenza que nos daba y la curiosidad que a la vez sentíamos. En el libro estaba todo muy claro; los espermatozoides, la ovulación, la fecundación, el feto… Incluso teníamos dos esquemas ilustrados del aparato reproductor masculino y femenino. Pero, ¿dónde dejaron: la excitación, el placer, la lubricación, la erección, el orgasmo? En definitiva todo lo imprescindible para que todo lo anterior ocurra. ¿Cómo puedes explicar la reproducción humana sin hacer referencia a todo ello? ¿A quién se le ocurrió la brillante idea? ¿Cómo se pueden separar dos cosas que van de la mano?

Es obvio que en aquel dibujo de la vagina el clítoris no estaba por ningún lado, ni siquiera se molestaron en dibujarlo, pero esta claro que no resulta imprescindible para la reproducción humana y resulta prescindible…

Al cabo de nuestras vidas el 80% o 90% de nuestros encuentros sexuales, no han tenido fines reproductivos, son por placer ¿y los obviamos? Representan una parte muy importante de nuestras vidas, nos proporcionan placer, seguridad en nosotros mismos, amor, diversión, frustración a veces, estabilidad emocional, a veces nos generan dudas, ansiedad.

El sexo es la magia de mostrarte ante otra persona sin tapujos, de entregarte, de sentir la química que surge entre dos personas y la culminación del deseo, la capacidad de dar placer y obtenerlo.

Qué decir ya de la masturbación y la posibilidad de conocerse mejor a uno mismo, de descubrir tu cuerpo, de esto; ¡ni rastro desde luego!

Educación sexual se resumía a: usa preservativo. Es una parte importante no lo niego pero te enfrentas a tus primeros encuentros sexuales sin saber ni siquiera que es una erección (en el caso de las chicas), con tantas dudas y desconocimiento… Vengo de una generación en la que nuestros padres habían vivido este tema como un tabú y supongo que no supieron abordarlo, así que por vergüenza también lo obviaron. Escuchabas de tus amigas toda clase de historias, unas ciertas, otras falsas que hacen que tus primeros encuentros aunque entrañables no cumplan tus expectativas.

Tuve suerte de tener dos hermanas mayores con las que podía hablar de cualquier cosa, les podía preguntar y abiertamente me contaban sus experiencias, entre risas y de forma distendida resolvían mis dudas. Les agradezco su paciencia y su buen hacer.

También recuerdo el programa de radio «¿en tu casa o en la mía?» Del que estaba al frente la sexóloga Lorena Berdún, que también editó un libro que todavía conservo en mi estantería y el cuál me resulto de mucha utilidad.

A pesar de todo y después de años de experiencias sexuales, todavía tenemos un gran desconocimiento sobre nuestra sexualidad y seguimos creyendo en mitos inciertos. El sexo sigue siendo un tema tabú y que no solemos tratar con la naturalidad que merece.

Han pasado 22 años desde que me encontraba sentada en mi pupitre abordando el tema de la reproducción humana. Hemos avanzado mucho, en muchos aspectos, la tecnología va velocidad de vértigo. Mi cámara de fotos se queda obsoleta en un año, ¡mi móvil también! Hemos pasado del teléfono fijo inalámbrico, a los móviles y de estos a los smartphones. Tenemos internet, televisión digital, fotografía digital, hemos cambiado los carretes de fotos por tarjetas SD. Hemos pasado de escuchar discos de vinilo a tener nuestra música en mp3, de escucharla en un walkman con cintas de radiocasete a reproducirla en un dispositivo portátil, y observo con indignación e incredulidad que seguimos dándole la espalda a la educación sexual, que desde mi punto de vista debería formar parte de nuestra educación académica. Por otro lado hablando de sexo todas/os podemos aprender y es la mejor forma de saber si eso que te preocupa le pasa también a algún amiga/o tuya/o y quizás te ayude a resolverlo. Piensa que en cualquier momento de tu vida puedes aprender sobre tu sexualidad y poder disfrutarla de una forma más plena. Hablar de sexo puede aportar mucho a las personas que te rodean y puede ayudarte a descubrir y probar cosas nuevas, algunas te gustarán, otras quizás no pero seguro que merece la pena. ¿Te atreves?

Esta claro que la Educación sexual es la asignatura pendiente de nuestra sociedad.

 

 

Mi querido Amazon

Fue ya hace unos años, concretamente en las navidades del 2011, cuando empecé mi relación con Amazon España. Anteriormente ya había coqueteado con Amazon.com comprando libros técnicos de informática.

Se puede decir que la relación ha ido mejorando sin signo alguno de disentimiento. Casi desde el principio me hice Amazon premium, por lo que además realizar pedidos personales me acabé convirtiendo en una especie de hub para amigos y allegados.

Si tuviera que describir mi experiencia como cliente de Amazon, sólo podría alabar su profesionalidad, tanto en la preparación de los envíos, el tiempo de entrega, así como en la forma en que han resuelto las incidencias.

Pero sí todo son halagos que hago escribiendo esta entrada, ¿no? Bien, vamos a remover conciencias y así os hago participes de mi sentimiento de culpa. Ya hace bastante tiempo que al dar al botón ‘Tramitar pedido’ un malestar me invade. El motivo de fondo es el modelo de sociedad que estamos creando. Al comprar en empresas como Amazon acabamos enriqueciendo a una multinacional, no exenta de mérito, todo lo contrario. El problema es lo que se queda aquí en España. No voy a negar que alrededor de amazon hay negocio local. Seguramente empresas de transporte, incluyendo Correos, han mejorado su cuenta de resultados. No son menos importante los puestos de trabajo que habrá creado amazon en España. No tengo datos sobre la cantidad, pero me puedo imaginar la calidad. Seguramente la mayoría de ellos acaben haciendo las veces de almacenistas o algún que otro manager de bultos… mileuristas en su mayoría, si es que llegan. En resumen, trabajo precario.

Creo que en la sociedad globalizada de hoy en día deberíamos potenciar los negocios locales porque sino acabaremos siendo peones de la multinacional americana o china de turno en un futuro no muy lejano.

El segundo motivo que me hace cuestionarme el hecho de comprar en Amazon es el tratamiento fiscal que hacemos a estas multinacionales. ¿Como podemos permitir que Amazon y bastantes mas empresas (Google, Apple, etc) no declaren prácticamente beneficios en España y acaben tributando en Luxemburgo?

La Directiva 2008/8/CE da un paso acertado en cuanto al tratamiento del IVA para las compras online. Es cierto que los consumidores nos veremos perjudicados porque acabaremos pagando mas por productos que nos vendían empresas con domicilio fiscal en países como Luxemburgo, pero creo que es el camino para los impuestos se acaben pagando en el país donde una empresa genera el negocio.

No sé si dejaré de comprar en Amazon, seguramente me será difícil pero no dejaré de tratar de concienciar a compañeros y amigos cada vez que el logotipo de Amazon aparezca en un paquete que llega a la oficina 🙂

Pan con tomate

No imagináis cómo se ha puesto de moda el pan con tomate aquí en Madrid, lo cual es una alegría porque hace años cuando salías de Cataluña y pedías pan con tomate te miraban igual que si vinieras de Marte.

Lo único “raro” de todo esto es que han hecho su propia versión. Me duelen los ojos de ir por ahí y ver escrito en las pizarras de los bares o en las cartas Pan tumaca, así cómo lo veis y se quedan tan anchos. Ya cuando lo verbalizan me rechina en los oídos cual tortura china.

Para el que tenga un gran interés en aprender idiomas y para despejar todas las dudas, se escribe en catalán: Pa amb tomàquet, pero vamos que en Cataluña cuando se dice en castellano, quien lo dicen en castellano, cuando se escribe en castellano, es: Pan con tomate, así tan sencillito…

Otro de los inconvenientes es que desafortunadamente sólo se oferta en los desayunos y lo sirven rallado en un cuenco, en el mejor de los casos, porque he llegado a verlo de lata, lo que ya resulta inadmisible. Se ponen una buena capa de tomate de un dedo de grosor y listos. Lo más sorprendente es que se lo comen sólo, sin un poquito de jamón, ni de queso, ni fuet, ni nada de nada (sí habéis leído bien, porque ¡¡¡¡no sólo ponemos tomate para comer jamón!!!!).

Normalmente se corta el tomate por la mitad y se unta en el pan, es cierto que los tomates ya no son lo que eran y por aprovecharlos más, todos los hemos rallado alguna vez, pero cuando untas con ese tomate rallado, quitas el exceso y no dejas una gran capa para que el pan no absorba agua. ¡No olvidar un excelente aceite de oliva! Se suele servir con diferentes tipos de embutidos, quesos, jamón, incluso con tortilla de patatas es una delicia y es el protagonista de muchas cenas catalanas.

Y para finalizar, un bocadillo no es lo mismo sin pan con tomate (desgraciadamente aquí todavía no los ofertan), da igual de lo que sea: jamón, ternera, lomo, bacon, embutido, etc. Bocadillo, frío o caliente, da igual, soy incapaz de comerme un bocadillo sin tomate, el queso ahí entre el pan, tan seco… Aunque hay una excepción, que me han enseñado en Madrid de la que hablaré en otro post 😉

Al que no lo haya probado, le animo a hacerse un bocadillo con pan con tomate, pero advierto: ¡engancha!

Nuevas normas de circulación

Hubo una clase de la autoescuela que me perdí. Fue la clase en la que explicaron que esas rayitas discontinuas pintadas en la calzada cumplen dos funciones: separar los carriles y ejercer de carril para que circulen vehículos de dos ruedas. No olvidaré el día que medio adormilada acudía a la universidad rodeada por la alegre marea de autos que cada mañana decidían acompañarme convirtiendo mi aburrido trayecto de veinte minutos en una agradable comparsa de más de una hora. Me hallaba sumida en mis pensamientos mientras realizaba el monótono embrague-primera-freno en mi querida Ronda de Dalt cuando un enfadado motorista me echó la bronca, gesticulando enérgicamente, indicándome que me apartase ya que mi coche le molestaba para pasar. No daba crédito, ni lo doy ahora que se han puesto esas “zonas” delante de los semáforos para que las motos pasen primero, ya que de alguna forma les “autorizan” a circular entre los coches.

Desde luego no es de mi incumbencia si alguien quiere arriesgar su vida circulando entre los coches para llegar antes al trabajo y exponiendo su cuerpo que es la carrocería de su vehículo, y si tiene hueco y quiere pasar… Pero de ahí a que me exijan que deje una zona de paso si de forma circunstancial me he quedado dentro de mi carril, no tan centrada cómo esta práctica sugiere…

No creo que esta forma de circular venga reflejada en el código de circulación. Desde mi humilde opinión, creo que las motos no están autorizadas a saltarse las normas. Puedo entender que en esas desesperantes caravanas en hora punta las ágiles motos con cuidado se cuelen entre los coches, pero que por costumbre conduzcan zigzagueando, haya tráfico o no y exijan que les des paso, te den un golpe en el coche cuando estás parado o te fastidien el retrovisor… y lo fácil que resulta que al cambiar de carril no veas a esa moto… Si pensáramos las cosas dos veces…

No es mi intención meter a todo el mundo en el mismo saco pero es una actitud generalizada.

 

Dedicado a mi hermana, la motera, que cada día se adentra en la selva del tráfico con su fina y suave piel cómo escudo, ¡no hago carrera de ti!

 

Barcelona tiene playa pero…

Cuando digo que soy de Barcelona, la de veces que me han preguntado, ¿cómo llevas lo del tiempo? Mucho frío en Madrid, ¿verdad?… :-O ¿Perdona? Que no vengo del Caribe, ni de Canarias… Vamos, que en Barcelona hace frío… Y Madrid no es el polo Norte… Afortunadamente en mi vestuario ya contaba con abrigos…

Con el cine hemos topado

Ir al cine, pagar 9,50 € por la entrada (cifra que ya me parece excesiva) y tener que tragarte anuncios… ¡No tiene precio! No doy crédito porque no son ni uno, ni dos… y no son trailers de películas. Y lo mejor: que encima esté sucio, porque estamos de acuerdo que somos un poco incívicos, por no nombrar a un animal que tampoco tiene culpa, pero vamos digo yo que estas pagando por el uso de un servicio y una sala en condiciones. Es cómo si fuéramos a un restaurante y no te limpiasen la mesa para ti y tuvieras que comer encima de las migas de otro… Ir por ahí pisando palomitas… Digo yo que entre pase y pase adecentar las salas…

Farolas, ¿para qué os quiero?

Dirección Gral. de Tráfico no podéis conducir por mi pero podríais encender las luces de la M40 y otras tantas carreteras más que habéis decidido apagar. Quizás es un poco más útil que pueda ver bien la calzada que ver los anuncios de la tele…ya que está hecha la instalación de la luz y están las farolas ahí… por amortizarlas más que nada… Desde mi humilde opinión, en otras cosas menos útiles se despilfarra dinero.

Facebook y whatsapp

Tengo evidencias de que facebook está cruzando los datos de whatsapp… últimamente me sugiere contactos que tengo en la agenda del movil, pero no tengo ningún tipo de contacto a través de amistades.

Así que esto que decían no lo han cumplido:

http://blogs.elpais.com/antiguru/2014/02/-zuckerberg-prohibido-cruzar-los-datos-de-facebook-y-de-whatsapp-.html

Donde dije digo digo Diego… 🙂

Hasta los groupones

Hace tiempo que me suscribí a groupon y mi afición a este portal de ofertas ha ido decreciendo con el tiempo. Estaba un día cenando en el desaparecido restaurante Kanpai, el cual frecuentaba con asiduidad, cuando me fijé que en otra mesa tenían un descuento del 20% en la carta. No tarde mucho en indagardóndee habían conseguido ese descuento y descubrí Groupon.

Desde entonces habré comprado unos diez cupones. Mi grado de satisfacción nunca ha sido muy alto. Mi primer cupón fue una auténtica decepción. Vi una oferta en un restaurante de cocina creativa llamado ‘El Druida’. Por el nombre pensé que era un pequeño restaurante al que había ido un par de ocasiones llamado Druida. Sin embargo el cupón era para la cervecería el druida. Tal como se anunciaba el cupón, por la descripción de los platos, el nombre, la tipografía elegida, te hacía pensar que el cupón era para el restaurante Druida. Pagabas 45€ por un cupón cuyo valor real era de 98€. Este precio tiene sentido en restaurante Druida, pero nunca en una cervecería con menú del día.

Después de mucho pelear con Groupon conseguí que me devolvieran el dinero en forma de crédito en mi cuenta de groupon. En ese momento debería haberme olvidado de está web de ofertas, pero como buen español me seguí dejando llevar por los ‘duros a cuatro pesetas’.

Cuando reservas con un cupón sueles tener dos problemas típicos. El primero es que el cupo de reservas para cupones está limitado y acabas teniendo que reservar con una semana de antelación, incluso cuando el restaurante en cuestión no está completo. La segunda es el trato que recibes. Parece que los clientes que venimos de groupon son clientes de segunda. No entiendo muy bien esta actitud pues yo esperaría que usaran groupon como un reclamo. Si consiguen que el cliente tenga una buena experiencia seguramente repetirá en un futuro.

En fin, todavía no he borrado mi cuenta en groupon, pero lo primero que hago cada mañana es borrar todos los mensajes de este portal sin mirar su contenido…